Recuerdo el año en que estuve preparándome el MIR. Es un año de encierro y estudio, tu vida se reduce a bolis de colores, simulacros, percentiles y clases semanales, en las que te relacionas con otros que están viviendo lo mismo que tú.
Sin duda es un año largo, y lleno de altibajos emocionales, un día crees que puedes con todo y al siguiente te sientes la más pequeña del universo.
Sin duda es un año largo, y lleno de altibajos emocionales, un día crees que puedes con todo y al siguiente te sientes la más pequeña del universo.
Desde el principio tuve claro que quería ser Médico de Familia, no tenía ninguna duda, me gustaba ese concepto de medicina "global", sin tener que ceñirte "sólo a una parte del cuerpo humano", me gustaba ese enfoque biopsicosocial de la medicina de familia, me encantaba la idea de tener un cupo de pacientes y conocerlos, conocer a los padres y a los hijos, y estar ahí no sólo para las patologías médicas habituales, sino también para las preocupaciones de la vida diaria....
Llegó el momento, hice el examen y me fue bien, fuimos a Madrid a elegir plaza, y sí, cuando cogía MFyC los demás casi me aplauden, pues deseché muchas otras especialidades a las que podía optar, pero ....y qué? Familia era lo que yo quería, lo tenía claro, y lo demás me daba igual...
Llego la residencia y ya empecé a ver cómo funcionanban las cosas. Mi tutor era encantador, además de un estupendo profesional y con una formación impecable. Me sentí muy afortunada de pasar los años de residencia con él, aprendí mucho de él, y siempre se lo agradeceré, porque no sólo me enseñó medicina, sino que potenció en mi esa parte psicosocial que tanto me gusta.
Sin embargo, poco a poco me fuí dando cuenta de cómo funcionaba el sistema, y fuí comprobando día a día como la burocracia, el escaso tiempo por paciente, los contratos de sustitución por días, etc., iban echando por tierra ese utópico concepto que yo tenía de la medicina de familia...y poco a poco me fuí desilusionando...
Al mismo tiempo, cada vez me iba sintiendo más resolutiva en mis guardias del hospital y cada vez me gustaba más ese tipo de trabajo, que además, se me daba bien...Llegó el final de la residencia y en atención primaria no había contratos para todos, en el centro de salud donde yo me formé sin ir más lejos, no necesitaban contratar a sustitutos para el verano, porque para eso "ya tenían a los residentes", algo que siempre me pareció indignante, pues entre otras cosas, era una forma más de contribuir a la decadencia de la atención primaria en cuanto a contratación de personal....pero bueno....
En el hospital sí que me ofrecían un contrato de sustitución, y no sólo eso, después me ofrecían continuidad laboral con contratos de atención continuada, era un trabajo que me gustaba, así que no me lo pensé...Fuí creciendo en las urgencias y aquí estoy....Sin embargo, muchas veces los urgenciólogos nos sentimos como si estuviéramos "de prestado", hay muchos que se encargan de hacernos sentir como las "porteras del hospital", bueno, o al menos lo intentan, muchos pretenden menospreciarnos como urgenciólogos alegando que no somos especialistas en ello, y es verdad, pero es que no existe tal especialidad, aún, sin embargo de todos los especialstas en formación, los médicos de familia son los que más horas pasan en las urgencias hospitalarias y los que más formación al respecto reciben, y es por eso que podemos desempeñar este trabajo, porque nos preparan para ello.
No obstante, con el paso de los años, te sientes un poco en tierra de nadie, porque aquello por lo que inicialmente luchaste, la MF, te dió la espalda y luego te "volviste a enamorar" y te quedaste en urgencias, y por el camino pudiste comprobar que eras un profesional polivalente, y supiste desempeñar otros trabajos de forma temporal, como en un Servicio de Prevención, en un Servicio de Emergencias Extrahospitalarias, etc...pero aún así, nunca es suficiente y parece que lo único que importa es tener una titulación en la pared, y no tu capacidad a la hora de desempeñar un trabajo, así que uno tiene que estar lo bastante seguro de sí mismo para poder dedicarse a esto sin acabar con la autoestima por los suelos...
Es muy importante tener claro lo que uno quiere y luchar por ello, así que, muchísima suerte a los que esta tarde se examinan para el MIR, ellos serán nuestros futuros médicos, nuestro próximos residentes...Les deseo a todos de corazón que les vaya bien y puedan demostrar el esfuerzo que han realizado, y que dentro de unos meses, puedan elegir la plaza que ellos quieren, es un momento lleno de ilusión, y hay que disfrutarlo.
Aprovecho para recordar que @Emilienko en su blog "Como convertirse en entrenador de Pokémon" hace una propuesta muy interesante sobre la unión temporal de blogs y el MIR 2.0. Desde aquí mi apoyo a esta iniciativa, ójala hayas muchas más así!