martes, 19 de octubre de 2010

Pacientes difíciles: las drogas

A propósito del post de ayer, que escribí al llegar a casa después de mi última guardia, estuve pensando en lo que supone para un médico de urgencias atender a pacientes que acuden con síntomas derivados del consumo de drogas.

Hablo del tipo de paciente que acude agitado, en contra de su voluntad, porque le han traido sus amigos o familiares, y que a conseciencia del consumo ha perdido el control de sus impulsos y deja libre todos sus instintos más primarios para expresar su disconformidad. Hablo de los pacientes que acuden gritando, insultando, intentando agredirte para que les dejes marchar....algo que no puedes hacer porque en situaciones así su conducta hace que su propia seguridad esté en juego. Habitualmente se trata de pacientes que han consumido drogas estimulantes, derivados anfetamínicos, alucinógenos, cocaína y demás...y muchas veces combinaciones de los mismos que acaban resultando explosivos.

Son pacientes incómodos, que te despiertan un sentimiento contradictorio. Por una parte, como médico, eres consciente de que de su conducta es consecuencia del consumo y tienes que tratarlos como lo que son, pacientes, pero por otra parte, su agresividad, sus continuos insultos y demás conductas agresivas acaban por hacerte perder los nervios y desear que se vayan cuanto antes....

Cuando tienes un paciente en urgencias de estas características piensas en el resto de pacientes que tienes en observación, y que necesitan un ambiente tranquilo para recuperarse, y te das cuenta de lo injusto que resulta para ellos tener que aguantar estas situaciones, pues en general, son pacientes que se hacen notar con creces, con su tono de voz y sus discursos fruto del efecto de la droga.

Son pacientes que acaban crispando el ambiente, dificultan mucho el trabajo, tanto del personal de enfermería, como auxiliares, celadores y médicos. Para evitar que se hagan daño hasta que consigues sedarlos, en algunas ocasiones debes emplear la sujeción física, lo que aumenta más su agitación y su descarga de ira contra ti, y esto empeora las cosas. No puedes razonar con ellos, están fuera de sí, no puedes pedirles que no griten, porque lo harán más, no puedes pedirles que se calmen, porque harán justo lo contrario...no puedes hacer nada más que sedarlos y velar por su seguirdad hasta que pase el efecto de las drogas.

Yo creo que la mayoría de los servicios de urgencias no están del todo preparados para atender a este tipo de pacientes, en general no se dispone de áreas adaptadas para estas situaciones, y no digo yo sea esta una prioridad, porque desde luego hay muchas cosas importantes que mejorar, pero quizás si que sería una buena idea establecer un circuito de actuación para minimizar el efecto que supone lidiar con este tipo de pacienten en áreas ocupadas por otros enfermos que pueden verse afectados por el estrés que se transmite al tratar a estos pacientes.


3 comentarios:

  1. Demos gracias a las benzodiacepinas para estos pacientes...

    Lo mismo pasa cuando intentas poner a un paciente en un lugar "libre de estímulos sensoriales" ... mientras le pasan los efectos alucinógenos de la ketamina

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  2. Difícil lidia de los sanitarios con ese tipo de pacientes.

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  3. @Emilio: Es verdad, es difícil encontrar en urgencias un lugar libre de estímulos sensoriales...

    @Anónimo: Gracias también por tu comentario

    Un saludo

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